En 1989 nació el proyecto «Pueblos Verdes» con una finalidad:
la recuperación y el desarrollo del medio rural de manera sostenible.
Diseñamos actividades basadas en la disciplina de la Educación Ambiental, se pusieron en práctica y se valoraron los resultados. Era muy interesante el efecto demostrativo de las iniciativas. Todas requerían la participación de la población.
Proyecto y equipo se adaptaron totalmente a las características del destinatario: pueblos pequeños, agrícolas, de población escasa y envejecida.
Desde el principio, los vecinos fueron los protagonistas de la restauración y promoción de su entorno, ya que era fundamental la implicación de la población para asegurar la continuidad de un proceso que pretendía mejorar su calidad de vida. Las actuaciones que se llevaron a cabo fueron el embrión de un programa de intervención ambiental a largo plazo para la mejora del entorno.
La Educación Ambiental favorece la sensibilización e información de la población sobre su entorno, facilita el análisis de su problemática e induce las alternativas de desarrollo que permiten un cambio bajo líneas de sostenibilidad.